jueves, 24 de febrero de 2011

Nutricion para Adultos Mayores

PARA LOS ADULTOS MAYORES

La manera de alimentarse de cada persona es un reflejo no sólo de los hábitos aprendidos, sino también de la propia forma de pensar. Todas las personas mayores tienen bien establecidos unos hábitos de comida que se han consolidado con el paso de los años. Las preferencias al comer terminan por formar parte de la forma de ser y no se cambian con facilidad a esta edad.



Revise sus Costumbres:

Sin embargo, cuando uno se va haciendo mayor llega un momento en el que la revisión cuidadosa y crítica de los hábitos alimenticios, y la introducción de pequeñas modificaciones dirigidas a conservar la salud. Recuerde que aún le quedan muchos años vida. Y son precisamente esos años en los que se harán evidente los resultados del cuidado que se haya puesto en el cuidado del organismo a lo largo de la vida, y el desgaste que haya sufrido. No es normalmente necesario, ni posible, ni beneficioso, modificar los hábitos alimenticios de raíz y por completo en la vida adulta. Pero revisarlos, e introducir algunas modificaciones en ellos cuando sea oportuno.



Algunos Consejos

La alimentación debe ser siempre y a todas las edades equilibrada. No es bueno comer solo de una cosa, por muy sana que esta sea. Ningún alimento contiene todos los nutrientes necesarios para el cuerpo humano. Por tanto, hay que hacer una dieta variada. Deje de complicarse la vida. Si padece alguna enfermedad que le obligue a cambiar de dieta o prescindir de algunos alimentos, su médico le debe explicar cuidadosamente en qué consiste la nueva dieta. Dada la enorme cantidad de alimentos y condimentos, siempre pueden encontrarse muchas alternativas que no sean nocivas para uno. En caso contrario, deje de "tratarse" enfermedades no aparecidas, y de creerse cualquier consejo que le den sus amigos. Es beneficioso además repartir la comida a lo largo del día. Generalmente se aconseja hacerlo en al menos tres momentos importantes: el desayuno, la comida y la cena. No es conveniente eliminar ninguna de estas. Por último, debe considerarse en la alimentación el factor social. Una de las riquezas de la es que las comidas son un momento de reunión social. Comer no es solo alimentarse, es también un placer. El comer con otras personas es un buen soporte para mantener la nutrición de los mayores. De hecho, está demostrado que las personas que comen solas descuidan poco a poco sus alimentación y pueden tener problemas serios de salud. Comer solo es un factor de riesgo.





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